Los latinos aportamos mucho a este país y nuestro amor por la tierra arraigado en nuestra latinidad es uno de ellos. Somos conservacionistas por naturaleza. "Reducir, reutilizar, reciclar" es algo que nuestros padres siempre nos inculcaron en casa porque era económicamente responsable y por amor a nuestro planeta. Nos enseñaron desde reutilizar plásticos y llevar nuestras propias bolsas reutilizables al supermercado, hasta apagar las luces cada vez que salimos de una habitación, y por supuesto practicar nuestro deber cívico y votar. Los latinos estamos tomando medidas para conservar nuestro planeta.
Defender y promover el progreso climático es parte de la protección de nuestra herencia latina. Los latinos están en la primera línea del cambio climático y es urgente actuar para mitigar sus efectos. Desde la recuperación de los huracanes, el aumento de las tarifas de los seguros de vivienda, hasta los efectos de la contaminación en nuestra salud, nuestra comunidad está cargando con la peor parte de la crisis climática.
Las acciones que tomamos tienen un impacto duradero en nuestro planeta. Al celebrar el Mes de la Herencia Hispana, es importante que reconozcamos y protejamos el progreso que hemos logrado durante esta administración en la conservación, la acción climática y la justicia ambiental, que traerá beneficios a nuestras comunidades en las próximas décadas.
En abril de este año, la administración Biden anunció nuevas normas para reducir las emisiones de los vehículos que impulsan el cambio climático y son increíblemente dañinas para la salud. Los nuevos estándares de emisiones propuestos reducirían significativamente la contaminación del aire por combustibles fósiles e impulsarían la producción de vehículos eléctricos. Los latinos no solo viven en áreas donde la contaminación de los vehículos es alta, sino que los estudios muestran que en áreas como el noreste y el Atlántico medio, la tasa de exposición de las comunidades latinas a esta contaminación es 75% más alta, que es la más alta entre todos los grupos demográficos.
Además, un tercio de los hogares estadounidenses tienen dificultades para pagar sus facturas de electricidad, y el 40% de estos hogares son latinos. Desde que el presidente Biden estableció el objetivo de desplegar 30 gigavatios de energía eólica marina para 2030, su Administración aprobó los primeros proyectos a gran escala y nuevas áreas de energía eólica, celebró subastas eólicas sin precedentes y emitió un plan de acción para acelerar los permisos.
El sector privado está siguiendo su ejemplo con inversiones para expandir una cadena de suministro de energía eólica fabricada en Estados Unidos.Hace un año, en julio de 2022, el Departamento del Interior propuso las primeras Áreas de Energía Eólica en el Golfo de México, un paso histórico hacia la expansión de las oportunidades de energía eólica marina a otra región de los Estados Unidos. Estas áreas cubren 700,000 acres y tienen el potencial de abastecer a más de tres millones de hogares con energía resiliente y asequible.
En diciembre de 2021, el presidente Biden también firmó una orden ejecutiva para reducir las emisiones en todas las operaciones federales, invertir en las industrias y la fabricación de energía limpia de Estados Unidos para crear comunidades limpias, saludables y resilientes. A través de esta orden, la Administración Biden ha encargado al gobierno federal conseguir un 100% de electricidad libre de contaminación por carbono para 2030, al menos la mitad de la cual será energía limpia suministrada localmente para satisfacer la demanda continua, y para lograr cero emisiones netas en las adquisiciones y operaciones federales para 2050.
Además, la justicia ambiental ha pasado al frente de la política federal a través de medidas como la Iniciativa Justice40. Esta agenda importante compromete a que el 40% de las inversiones en clima y energía limpia de la administración se dirijan a comunidades desfavorecidas o comunidades que se encuentran en la primera línea de la crisis climática. Justice40 tiene como objetivo remediar los altos niveles de contaminación, la desinversión crónica y la disminución del acceso al capital en las comunidades de color. Para cumplir con este objetivo, el Consejo de Calidad Ambiental de la Administración Biden lanzó la primera versión de su herramienta de Evaluación de Justicia Económica y Climática en noviembre pasado para garantizar que los beneficios de los programas federales lleguen a nuestras comunidades.
Los latinos no se están quedando con los brazos cruzados mientras la crisis climática alimentada por la industria del gas y el petróleo destruye nuestro planeta, nuestro hogar y el hogar de las futuras generaciones. Estos avances en materia climática y energía limpia demuestran que podemos avanzar equitativamente en los esfuerzos de conservación en toda nuestra nación si trabajamos juntos. Es en unidad que abordamos la crisis climática que agobia a nuestras comunidades. Este mes, celebramos con especial orgullo porque hemos logrado avances significativos.
La conservación es algo muy natural para los latinos. Como buenos administradores de la tierra, seguiremos trabajando para proteger los logros climáticos conseguidos hasta ahora y garantizar una expansión significativa de la energía limpia y la aplicación adecuada de disposiciones equitativas de justicia medioambiental para proteger nuestra Madre Tierra y nuestra Latinidad.
Written by Maite Arce and Antonietta Cádiz for El Tiempo Latino.