Inhalar ozono, también conocido como esmog, puede causar que se acorte la respiración, provocar tos y ataques de asma, e incluso acortar la vida. Las altas temperaturas provocadas por el cambio climático hacen que el ozono sea más propenso a formarse y más difícil de limpiar. Si bien la contaminación nos afecta a todos, las minorías sufren de manera desproporcionada la carga y los impactos negativos del cambio climático.
En el 2021 Arizona tuvo 29 días de calor y calor extremo, así como 351 eventos climatológicos extremos que resultaron en 87 muertes o lesiones directas o indirectas. Hay una clara relación entre el cambio climático, la contaminación y la salud pública, y no podemos seguir ignorando estas señales de alerta.
Por ejemplo, la salud y el bienestar de los 85 mil niños con asma en el Condado de Maricopa está en peligro. Las casi dos mil personas con cáncer del pulmón en el mismo condado no solo se tienen que preocupar por su tratamiento, sino también por cuidarse en los días de aire insalubre para no agravar su condición.
La situación es peor para nuestras comunidades latinas, ya que somos tres veces más propensos a sufrir los daños de la contaminación del aire y a vivir en los condados más contaminados.
Sin duda estamos en la primera línea de la crisis climática y necesitamos que nuestros funcionarios electos tomen acción climática inmediata y nos ayuden a combatir esta emergencia. Cada segundo sin tomar acción le cuesta a los estadounidenses al menos $4,700 por segundo–y esa cifra solo seguirá aumentando.
Contamos con las herramientas y la política pública para atender esta emergencia. Pero necesitamos que el Senado apruebe inmediatamente los $555 mil millones en inversiones a favor del clima, la justicia y la energía limpia que la Cámara de Representantes ya aprobó el año pasado, así como otras disposiciones para ayudar a las familias y comunidades.
Estas inversiones reducirían la contaminación por carbono para el 2030, ayudarían a combatir los altos costos energéticos, las injusticias ambientales y crearían millones de empleos bien remunerados en el sector de la energía limpia.
Las inversiones en energía limpia en Arizona crearán casi 83 mil nuevos empleos durante cinco años, reducirán la contaminación, protegerán nuestra salud y promoverán la justicia ambiental.
Como latina, ambientalista y residente durante toda mi vida en Arizona, urjo a los senadores Kyrsten Sinema y Mark Kelly, y al resto de los miembros del Congreso que representan a nuestro estado a aprobar las inversiones climáticas y a comprometerse a combatir la crisis climática a través de medidas integrales y efectivas.
El clima no puede esperar. El presidente Biden y el Congreso deben trabajar juntos a favor de nuestra salud y medio ambiente, y demostrar que los intereses de los constituyentes están por encima de los intereses de las corporaciones contaminantes.
Yara Marin es miembro del Consejo Climático Latino de la Fundación Acceso Hispano y está comprometida a combatir la injusticia ambiental para promover políticas para una sociedad más sana y equitativa mediante la creación de una cultura de energía limpia que refleje e incluya a todas las comunidades.
Escrito por Yara Marin para AZ Central.