"El bombeo de agua subterránea del Desierto de Mojave suministraría menos del uno por ciento del agua que necesitan las ciudades de California, pero los costos reales serían exorbitantes. El agua no es petróleo, sino fuente de vida para toda la región del desierto y su ausencia causaría un colapso, probablemente irreversible, al ecosistema. Esto pondría en peligro la vida silvestre, el hábitat e incluso el turismo - las personas no visitarían si las flores silvestres del desierto no florecen y si los árboles Joshua no son parte del paisaje.
"Desde finales de los 90, el Distrito Metropolitano de Agua ha rechazado este proyecto, las agencias federales han hecho correcciones a los errores científicos del proyecto de Cadiz y las afirmaciones con respecto al mínimo impacto del ecosistema desértico han sido refutadas continuamente. Ahora, hay más evidencia - revisiones y publicaciones - que afirman que el Proyecto Hídrico de Cadiz está errado y su soporte científico es incorrecto. Esperamos que los tomadores de decisiones regionales, incluyendo los Supervisores del Condado de San Bernardino, consideren esta nueva información y se opongan al proyecto de bombeo de agua propuesto por Cadiz.
"El agua es un problema constante en California. Desde agua potable contaminada en cientos de comunidades de California hasta la prolongada sequía del Mar Salton que está a punto de iniciar una crisis sanitaria. Entendemos el deseo de desarrollar acceso a estos recursos, pero esta no es la solución - el beneficio es muy poco y los costos son muy elevados. Sería como talar un bosque de Secuoyas para solo hacer un bloque de papel."
En Febrero de 2018, se realizó una encuesta estatal a los votantes de California, la cual fue comisionada por Hispanic Access Foundation y conducida por David Binder Research, y se encontró un margen aproximado de 3 a 1, donde los votantes probablemente afirmarían (67 por ciento) que el bombeo drenaría los recursos hídricos subterráneos y secaría los manantiales del desierto que la vida silvestre necesita para sobrevivir. Solo el 19 por ciento estaba de acuerdo en que este proyecto generaría empleos y ayudaría a garantizar un suministro de agua estable para el Sur de California.