La regla se implementó inicialmente para reducir los desechos de gas natural al requerir a las operaciones existentes de petróleo y gas en tierras públicas utilizar tecnología avanzada para capturar los desechos de gas natural y reparar fugas en los equipos.
“A medida que nuestro país busca lograr el desarrollo energético no se debe poner en riesgo a las comunidades durante el proceso. Este retroceso pudo haber levantado una carga para las empresas, pero en realidad simplemente traslado esa carga a las comunidades que ahora se enfrentan a las consecuencias.
“La regla del BLM pudo haber ayudado a combatir la emisión de contaminantes nocivos en el aire, el cual tiene un mayor impacto en las comunidades Latinas, según National Hispanic Medical Association and Clean Air Task Force,ya que enfrentan riesgos elevados debido a las emisiones tóxicas. Adicionalmente, esta regla pudo haber ayudado a garantizar que los ingresos perdidos se emplearan en nuestros vecindarios para mejorar infraestructuras o financiar las escuelas.
“La regla se desarrolló con el aporte de miles de Estadounidenses en todo el país a través de audiencias comunitarias, cartas y reuniones; y recibió un gran apoyo público evidenciado en numerosas encuestas. A principios de este año, la encuesta del 2018 Colorado College State of Rockies realizada por lideres encuestadores de la firma Republicana Public Opinion Strategies y la firma Demócrata FM3 Research concluyeron que 7 de cada 10 votantes del oeste del país apoyan los requisitos que deben tener las empresas con respecto a los residuos de metano en tierras federales. Durante el período de comentarios públicos en Mayo, más de 600,000 personas expresaron su apoyo a la regla.
“Tenemos la obligación moral de proteger nuestro preciado patrimonio natural, limpiar nuestro aire y garantizar que nuestras comunidades y niños estén protegidos de los problemas de salud pública causados por el hombre que podemos prevenir. Esta regla habría hecho eso.”
En el 2014, la NASA anunció que había encontrado un "punto caliente" de metano del tamaño de Delaware, que se cierne sobre la región de las cuatro esquinas – donde limitan New Mexico, Arizona, Nevada y Colorado. La NASA también determinó que los desechos de metano provenientes de las operaciones de petróleo y gas son contribuyentes significativos de la capa de metano. Solo el 10 por ciento de las fuentes de metano contribuyen con la mitad de las emisiones y los tanques y tuberías de almacenamiento con fugas son los principales culpables de las emisiones.