“Las fugas pueden ocurrir en cualquier momento y pueden ocurrir en cualquier lugar. Para proteger a las comunidades que viven cerca de las actividades de petróleo y gas debemos mantener los estándares de la EPA en vigor,” dijo Maite Arce, Presidente y CEO de Hispanic Access Foundation. “Mientras nuestro país persigue el desarrollo energético, no debemos poner a las comunidades en riesgo durante el proceso. “La demografía de Colorado continúa cambiando y este problema, así como muchos otros problemas de conservación, son de gran importancia para la comunidad Latina.”
Cuando el gas natural, principalmente en forma de metano, se libera en el aire, también se emiten otros contaminantes nocivos, como el benceno, que están relacionados con el cáncer, y otros contaminantes formadores de ozono que pueden fomentar ataques de asma. Esta norma ayuda a combatir la emisión de contaminantes al aire, lo que tiene un mayor impacto en las comunidades Latinas, ya que enfrentan riesgos elevados debido a las emisiones tóxicas. Más de la mitad de la población de los Estados Unidos (51 por ciento) vive en áreas con niveles elevados de ozono, los Hispanos tienen 51 por ciento más probabilidades de vivir en condados con niveles de ozono no saludables que el resto de la población.
“EPA tiene la obligación moral de proteger a los Estadounidenses de las amenazas claras y actúales contra la salud debido a la contaminación que produce las actividades de petróleo y gas. Si se modifican estos estándares se estaría abandonando a las comunidades ubicadas cerca de estas instalaciones que dependen de estas protecciones,” dijo Arce. “Al mantener esta regla, la EPA puede enviar un mensaje claro de que nuestras comunidades, familias y niños son más importantes que los intereses de la industria de petróleo y gas. Si estos estándares críticos de contaminación de metano se modifican, nuestras familias pagarán las consecuencias.”
Los estándares de la EPA vigentes en este momento reducirán las emisiones de más de 36,000 pozos en todo el país, incluyendo la reducción de 21,635 toneladas de metano, alrededor de 6,000 toneladas de compuestos orgánicos volátiles formadores de smog, y 450,000 libras de contaminantes tóxicos del aire cada año.